Hermana Wimin So, estudiante de primer año de la Misión Universitaria

A fines del mes de junio, me encontraba conversando con mi madre quien estaba detrás del volante. Ella me dijo que no tenga conversaciones telefónicas tarde por la noche. En ese momento se cruzaron sentimientos malos por mi mente y al sentir ira quise bajarme del auto. En ese momento, la señal de 'pare' se cruzó delante de mí y parecía que el auto se había detenido, entonces salí del automóvil. Sin embargo, el problema fue que el auto aún estaba en movimiento, el mismo que se estaba moviendo más rápido de lo que parecía. Por lo tanto mi tobillo se torció y los huesos se inflamaron severamente. No obstante, no lo tomé en cuenta ya que anteriormente, de vez en cuando, me torcía el tobillo.

Caminaba cojeando y así soportaba el dolor. Recibí la oración del Dr. Jaerock Lee mientras él ora en los servicio y me rocié Agua Dulce de Muan. Luego, pude caminar sin dolor y logré realizar muchas actividades como miembro del Equipo de Danza de Adoración de la Misión Universitaria. Sin embargo, la inflamación se mantuvo a pesar de que el dolor había desaparecido.

El 23 de agosto finalmente fui al hospital para revisarme. El doctor dijo que un tendón alrededor de mi tobillo se había torcido y otro tendón se había desgarrado y roto en tres partes. Añadió que la única forma de conectar los tendones era solo por medio de una operación utilizando los músculos. Pero él dijo que no era mi caso ya que el desgarro de mi tendón era muy pequeño como para ser conectado aún con una operación. Le di gracias a Dios quien me permitió caminar y saltar incluso en la condición en la que estaba mi tobillo, y me propuse recibir completamente sanidad por el poder de Dios.

Me arrepentí por haber mostrado mal carácter ante mi madre y comencé a desechar la maldad, al igual que mi mal carácter y malos sentimientos. El viernes 2 de septiembre, recibí nuevamente la oración del Dr. Lee y tuve la confianza de haber recibido sanidad. Pocos días después, el 5 de septiembre, recibí un sonograma, el mismo que mostraba que mi tobillo se había recuperado. ¡Aleluya!

Esto ayudó a que mi fe se incremente y sirvió como una oportunidad de bendición para que yo sintiera el amor del Señor. Le doy gracias a Dios el Padre, al Señor y al Pastor Principal; Dr. Jaerock Lee, por embellecer mi corazón y por sanarme.




Antes: Inflamación en su tendón peroneotibial
Después: La inflamación disminuyó y su tendón peroneotibial se normalizó