Pastor Mulenga Ntumba Tosh (Iglesia Manmin Ven y Ve en Israel)


Jamás olvidaré el momento en que visité la Iglesia Central Manmin; sus actuaciones especiales y su devoción me recordaron el reino celestial. ¡Son muy especiales para mí! Doy gracias y gloria a Dios Padre por haberme permitido conocer a mi maestro espiritual, el Rev. Dr. Jaerock Lee.

En 1999 fundé una iglesia luego de aprender la historia de la Biblia en un colegio bíblico universitario en Israel. En el año 2007, cuando el Dr. Jaerock Lee recién empezaba su ministerio en Israel, conocí a un profeta llamado Immanuel en una iglesia ubicada en Tel Aviv, quien me dijo: "Conocerás a un extranjero que es un verdadero siervo y ungido de Dios. Él será tu consejero y padre espiritual." En ese momento no comprendí su significado, pero sus palabras nunca abandonaron mi corazón.

Un día fui a ver al Dr. Jaerock Lee por invitación del Misionero Charonne Kang. Cuando me arrodillé ante él para recibir oración, un profeta dijo que vio una paloma reposar sobre mi cabeza.

El Dr. Jaerock Lee visitó Israel nuevamente y realizó seminarios para pastores; ocurrieron grandes obras de sanidad en aquel lugar. En aquellos días tuve una visión: estaba sentado en una silla y un tanto atribulado porque no sabía a dónde ir. Justo entonces el Dr. Lee extendió su mano hacia mí como un padre amoroso y acudí a él como si hubiera comprendido a dónde ir. En ese mismo instante recordé las palabras del profeta que había profetizado que conocería a mi padre espiritual.

Empecé a escuchar a través de la Internet los mensajes predicados por el Dr. Lee y ávidamente leí sus libros titulados CIELO I y II, LA MEDIDA DE LA FE e INFIERNO los cuales están llenos de secretos espirituales. Pude sentir que mi fe crecía rápidamente al leer los libros y orar con la Palabra diariamente.

Así que, sin duda alguna registré mi iglesia como filial de la Iglesia Central Manmin e incluso cambié su nombre por 'Iglesia Manmin Ven y Ve', y llegué a tener mayor confianza en la realización del ministerio al ver a muchas personas siendo sanadas cuando oraba por ellas con el pañuelo sobre el cual había orado el Dr. Lee (Hechos 19:11-12). ¡Aleluya!