Diácono Dr. Brian S. Yeo (Secretario General WCDN, especialista en medicina integral)

*Red Mundial de Médicos Cristianos (WCDN por sus siglas en inglés)

La Red Mundial de Médicos Cristianos (WCDN por sus siglas en inglés) ha verificado que Dios está vivo y que la Biblia es auténtica por medio de datos médicos en casos de sanidad divina.

Desde el año 2004, en calidad de Secretario general de WCDN, he dado muchas presentaciones cada año en varios países en las Conferencias Internacionales de Médicos Cristianos en casos de sanidades divinas, los cuales ocurrieron por el poder de Dios. El pasado mes de junio tuve un momento muy especial al dar una presentación del caso de sanidad de mi propio hijo, en la 8º Conferencia Internacional de Médicos Cristianos en Australia.

El 7 de octubre de 2009, mi hijo, Haedong, estaba cruzando la calle en el paso de peatones, pero en ese momento un taxi que estaba yendo sobre el límite de velocidad, lo atropelló y lo arrojó casi 20 metros en el aire. El taxi golpeó el lado izquierdo de su pelvis y quedó gravemente herido, y cuando se desplomó en el suelo, el lado derecho de su cráneo recibió todo el impacto.

Tuvo que someterse a una cirugía de emergencia debido a la fractura de cráneo y la hemorragia. El recuento de plaquetas y hematocrito disminuyó drásticamente debido a las masivas transfusiones.






Foto 1: Luego de la operación de emergencia, el número de hematocritos y plaquetas del Hermano Haedong Yeo descendió drásticamente debido a las masivas transfusiones, por lo tanto él se encontraba en el umbral de la muerte.
Foto 2: Su padre, el Diácono Brian S. Yeo, recibiendo la oración del Dr. Jaerock Lee.


Su doctor me dijo que estuviéramos preparados ya que las probabilidades de que mi hijo muriera eran muy altas. Aunque mi hijo se hubiera muerto, él creía en el Señor e iría al Cielo, por lo tanto, podía darle gracias a Dios. También ofrecí oración de acción de gracias al pensar: "En el Cielo, Haedong podrá ver a su abuela a quien amaba mucho".

En ese momento, el Pastor Hyukhee Cho de la Zona Principal de la Iglesia Central Manmin, vino inmediatamente al escuchar del accidente. Él oró por mi hijo con el pañuelo sobre el cual el Dr. Lee había orado (Hechos 19:11-12).

Luego una obra milagrosa comenzó a suceder. Las plaquetas y hematocrito dejaron de descender, y mi hijo se salvó. Los miembros de mi familia se arrepintieron de haber quebrantado la paz entre nosotros. Yo me arrepentí totalmente de no haber cumplido con mi tarea de cabeza de mi hogar y de no haber sido fiel en la casa de Dios. Cada semana recibíamos la oración del Dr. Lee sobre la foto de mi hijo, y cada vez que lo hacía, él se recuperaba más pronto.

Así transcurrió una semana. Luego, a la siguiente semana, fue transferido de la sala de cuidados intensivos a una sala común. Luego de haber recuperado la consciencia, uno de sus ojos no se movía, tenía meningitis y problemas de equilibrio, también tenía mucho dolor en la articulación temporomandibular. No obstante, fue curado de todo esto al recibir la oración del Dr. Jaerock Lee. Mi hijo finalmente fue dado de alta luego de dos meses. La fase aguda para las personas que han sufrido de contusión cerebral, junto con catalepsia, es normalmente de tres meses; pero en el caso de mi hijo, este tiempo fue reducido a dos meses por medio de la oración. Todos los efectos secundarios de las otras lesiones desaparecieron luego de recibir la oración del Dr. Lee.

El 17 de febrero de 2010, fue hospitalizado nuevamente para realizarse una craneoplastia. En el momento del accidente, debido a que fueron abiertas fracturas conminutas y los fragmentos rotos estaban severamente infectados, su doctor estaba preocupado de que hubiera inflamación luego de la operación. Pero yo creí que no habría ninguna inflamación luego de la operación ya que comenzamos la operación luego de haber recibido la oración del Dr. Lee.

Dios permitió que su cráneo se recuperara sin tener inflamación. Mi hijo solía amar las cosas de este mundo, pero luego de experimentar la gracia de Dios por medio del accidente, llegó a amar a Dios mucho más.

El caso de mi hijo es uno de aquellos en los que la luz espiritual entra a las partes afectadas y forma un espacio espiritual de luz. Por medio de este proceso, su recuperación fue sorprendentemente rápida. Cuando presenté su caso, los corazones de los doctores que asistieron a la conferencia fueron motivados grandemente por el poder de Dios, e incluso algunos de ellos derramaron lágrimas.

Mi hijo Haedong dio un testimonio corto en inglés sobre la plataforma después de la presentación. Los asistentes le dieron un fuerte aplauso diciendo que él era viva evidencia que prueba que Dios está vivo. Recibió mucho cariño de muchos de ellos y dieron gloria y gracias a Dios.

Su caso de sanidad se hizo conocer en todas partes del mundo por medio de la prensa, tanto dentro como fuera de Corea. Estaba lleno de emoción ya que mi hijo y yo nos convertimos en testigos del Dios vivo y del Señor.

Le doy todas las gracias y gloria a Dios el Padre y al Señor quien nos salvó. También le doy las gracias al Pastor Principal Dr. Jaerock Lee quien oró por nosotros con amor.





"¡Dios me salvó!"

Hermano Haedong Yeo (Misión de los Alumnos de 7mo grado)

Es asombroso que pueda estar vivo. Yo estaba a punto de morir ya que fui severamente herido y perdí mucha sangre debido a un accidente de tránsito; pero Dios me trajo de vuelta a la vida.

Cuando recuperé la conciencia, me puse a examinar mi vida y todas las cosas malas que había hecho vinieron a mi mente una por una. Comencé a arrepentirme totalmente con lágrimas que me había comportado mal por no haber escuchado a mi madre, escaparme de las clases de mi escuela privada y quedarme dormido en el Servicio Dominical Vespertino.

Mi vida cristiana cambió mucho desde el momento que estuve en el hospital. Mi hermana descargaba los sermones del Dr. Lee o las presentaciones del equipo de alabanza en mi reproductor de MP3. Los escuchaba cada día con gozo y recibía gracia, por lo tanto mi fe comenzó a crecer. Mis padres recibieron oración del Dr. Lee en mi nombre en muchas ocasiones. Luego de cada oración, me ponía en mejores condiciones y finalmente pude dejar el hospital.

Pude incluso asistir a la 8va Conferencia Internacional de Médicos Cristianos en Australia junto a mi padre, quien también es médico. Él me presentó delante de 220 médicos de 27 países diferentes, y luego testifiqué de mi sanidad en inglés. Ellos se regocijaron conmigo y me dieron un fuerte aplauso. Estaba muy feliz.

Le doy todas las gracias al Señor quien me bendijo tanto. Quiero parecerme al Señor cada vez más y compartir el amor de Dios quien me sanó. Además, espero entrar a la Nueva Jerusalén, la morada más hermosa en el Cielo con el Pastor Principal Dr. Jaerock Lee.

Brisbane, Australia