Diácono Heesuk Byoun (Misión de hombres, Zona 30).

Yo trabajo haciendo diseño interior para la Federación Cooperativa Agrícola Nacional. Tengo que trabajar día y noche debido a que las sucursales de la Federación están ubicadas por todo el país. Pero yo estaba muy contento con todo el trabajo, que para mí no era nada difícil.

Temprano a la mañana del 28 de abril de 2009, estaba conduciendo un automóvil hacia el Condado de Yeong-am, en la provincia de Jonnam. Me acompañaba un carpintero que debía trabajar conmigo. Aproximadamente a las 9:00 hrs. llegamos a la entrada del condado y yo intentaba virar hacia la izquierda en aquella intersección de tres vías. En ese momento mi automóvil chocó de frente con un volquete de 22 toneladas.

Escuché el sonido de un golpe, pero no sentí ningún impacto. El carpintero me dijo después que él había sentido dos impactos fuertes. Instantáneamente sentí que Dios me había protegido en el espacio del pastor, y le agradecí a Él. Después de eso salimos del automóvil chocado, y descubrimos lo ocurrido. La escena era increíblemente terrible. Mi automóvil estaba seriamente destruido, parecía un papel arrugado y desechado junto al camino. El volquete era muy grande y sólido, sin embargo estaba un poco dañado porque le choque había sido muy fuerte. El conductor del volquete se me acercó y me dijo: "¿Cómo pasó esto? ¿Cómo puede estar usted bien tras este grave accidente?" Yo le respondí: "Mi Dios me protegió. Yo le agradezco a Él". El conductor se sintió aliviado cuando vio que estábamos bien. Las pocas personas que se reunieron en el lugar del accidente en realidad pensaban que el conductor había muerto.

Un poco después llegó la policía y los miembros de la compañía aseguradora de automóviles. Ellos nos contemplaron por cierto tiempo, pues les costaba creer la verdad ya que el automóvil estaba completamente destruido, pero el conductor y el pasajero estaban ilesos. No obstante, la policía nos obligó a ir al hospital, diciendo: "Este momento se ven normales, pero deben ir a hacerse un chequeo médico porque en realidad no saben qué les habrá ocurrido".

Nos hicieron radiografías, pero los resultados eran normales. Dos días después el carpintero sintió un leve dolor, así que se le hizo otra evaluación, la cual mostraba que sus costillas estaban torcidas. Pero él dijo que había sido protegido mucho debido a que yo era un creyente en Dios.

Por medio de este accidente me di cuenta que el Dios de amor nos protege cuando nos esforzamos por guardar y obedecer Sus mandamientos, en especial, el de guardar el Día del Señor y el de dar nuestro diezmo completo.

También, sentí que el Pastor Principal, Dr. Jaerock Lee, está siempre orando por los miembros de la iglesia, para que sean protegidos de los accidentes. Me arrepentí por completo porque a pesar de haber escuchado la Palabra de Dios, en el trabajo demostraba un temperamento fuerte y renuentemente bebía un poco de alcohol. Ese día decidí vivir una vida cristiana adecuada.




El automóvil que conducía el Diácono Heesuk Byeon