El Dios de amor quiere que todos los hombres sean salvos. Él les muestra que no hay nada imposible para Él al hacer milagros, señales, prodigios y obras poderosas. A continuación algunos testimonios de creyentes que han experimentado Su poder.


«Mi nieta comenzó a caminar después de la oración»



Hermana Narantoya, (57 años) Iglesia Manmin de Mongolia

Yo vivo con la familia de mi segunda hija. En febrero de 2013 nació mi nieta, pero después de dos años desde su nacimiento, ella todavía no podía caminar. Los niños de su edad ya caminaban, pero ella no lo lograba. Nosotros estábamos preocupados.

Así que la hicimos revisar en un hospital. El médico nos dijo que el hueso coxal no había crecido con normalidad y que esa era la razón por la que la niña no podía caminar. Él nos recomendó que hiciéramos que ella usara un cinturón de apoyo para extender sus piernas y proporcionar una mayor estabilidad. También nos dijo que la niña debía tomar un medicamento durante cuatro meses.

Cierto día, una conocida, la Diaconisa Nansalma, vio a mi nieta y sintió lástima. Ella dijo que si íbamos a la iglesia, si llevábamos una buena vida cristiana y si recibíamos la oración, mi nieta sería sanada.

Entonces yo me registré en la Iglesia Manmin de Mongolia y comencé a asistir diligentemente. Guardé el Día del Señor y di mis diezmos. También procuré asistir a la Reunión de oración de Daniel. Dejamos de darle el medicamento que había tomado por dos meses. Y recibí la oración del Dr. Jaerock Lee por mi nieta durante los servicios. También le apliqué constantemente en las piernas el Agua Dulce de Muan (Éxodo 15:25).

Después de recibir la oración con el pañuelo (Hechos 19:11-12), su condición mejoró rápidamente. Finalmente, en octubre de 2014, ella comenzó a caminar. Desde marzo de 2015, ella puede caminar sin el cinturón de apoyo. ¡Aleluya!





«Mi oído izquierdo estaba sordo, pero logró escuchar»



Diaconisa Sunok Park, (67 años) Zona 7 (Corea del Sur)

Poco después de haberme casado, mi esposo comenzó a golpearme y mi tímpano izquierdo se rompió. Siempre sentía dolor y el oído supuraba o sangraba, y tenía dolores de cabeza. No acudí a un hospital debido a las dificultades financieras de mi familia. Al final, mi oído izquierdo perdió la habilidad para escuchar.

Pero después de asistir a la iglesia, yo comencé a aplicarle el Agua Dulce de Muan. El dolor y la supuración se detuvieron y los dolores de cabeza disminuyeron. Comenzando el 31 de diciembre de 2014, hice un ayuno de tres días. Con gran anhelo en mi corazón, tomé la mano del Pastor Principal durante el Servicio de Año Nuevo. Después del servicio regresé a casa, pero tenía vómito y diarrea. Después de hacerlo cuatro veces, me quedé dormida. En la mañana me sentí muy bien, y el dolor de cabeza se había ido por completo.

Unos días después, sentí que algo duro se movía en mi oído izquierdo. Yo revisé, y me di cuenta de que era sangre endurecida. Durante los siguientes dos o tres días, escuché sonidos como de una fuerte brisa en mi oído izquierdo. Yo sentí como que algo faltaba en mi oído izquierdo, así que escuché los sermones con audífonos. Después el sonido de la brisa desapareció y sentí frío. Inmediatamente comencé a escuchar. ¡Aleluya!




Una masa de sangre salió de su oído izquierdo y ella escuchó sonidos de brisas por un par de días. Luego comenzó a escuchar.


«Gracias a la oración poderosa mi embarazo ectópico se normalizó»



Diaconisa Kyungmi Lee, (36 años) Zona 32 (Corea del Sur)

El 2 de abril de 2015 fui al Hospital de la Mujer para confirmar mi embarazo. Pero sin esperarlo me indicaron que yo tenía un embarazo ectópico (El embarazo se localiza fuera de la cavidad uterina en la parte de las trompas de Falopio que penetran la capa muscular del útero). Me recomendaron que fuera a un hospital más grande.

Al siguiente día fui al Hospital Universitario. El resultado fue el mismo. El óvulo fertilizado estaba implantado en la parte en la que estaban innumerables vasos sanguíneos. Había una acumulación de dos litros de sangre. El aborto era la única opción, de lo contrario mi vida se vería amenazada. Eso fue lo que dijo el médico.

Mi esposo, el Hermano Yungtae Yun, y yo fuimos a la casa para recibir sanidad por fe. Me arrepentí ante Dios por no haber sido una buena líder de célula y por haber quebrantado la paz en mi familia. Luego recibí la oración del Dr. Jaerock Lee antes de la Vigilia entera del viernes.

En ese momento sentí que mi abdomen se suavizaba, aunque antes había sentido dolor ahí. Me sentí cómoda pero comencé a sangrar. Cuatro días después me hicieron nuevos exámenes. El resultado mostraba que el feto estaba normalmente implantado en mi vientre. El sangrado era de la sangre que se había acumulado, así que ya no había nada de qué preocuparse. ¡Aleluya!

Mi esposo comenzó a orar después de experimentar esta obra sorprendente por cinco días. Él comenzó a dar gracias a Dios por Su amor y gracia. Damos todas las gracias y gloria a Dios.




Después de la oración, el hematoma se desvaneció y el feto se implantó y estabilizó en su vientre.


«Fui sanado de hígado graso y cáncer colorrectal»



Hermano Yuusuke Lee, (19 años) Escuela Dominical de estudiantes, Corea del Sur

El 11 de diciembre de 2014 tuve diarrea y hemafecia. Así que acudí a un hospital cerca de mi casa. Me hicieron exámenes de orina, sangre, una endoscopia y una biopsia. El médico me dijo que yo padecía la enfermedad de Crohn, un tipo de enfermedad inflamatoria intestinal, y me aconsejó que fuera a un hospital más grande.

El 23 de diciembre me sometí a nuevos exámenes en el Hospital Universitario Nacional de Seúl. Los resultados mostraban que tenía hígado graso y cáncer colorectal. Acudí por consejo a la Sra. Boknim Lee, Presidente del Centro de Oración Manmin. Comencé a ofrecer un voto de oración por 70 días, de 30 minutos en las mañanas y una hora en las noches. También tomé notas e hice resúmenes de los sermones del Dr. Jaerock Lee, de su serie Espíritu, alma y cuerpo. Mientras tanto, el amor del Señor descendió sobre mí y conmovió mi corazón. Obtuve fe y di gracias.

Mi madre, la Diaconisa Kyungmi Lee, también asistió a las reuniones del Centro de Oración Manmin, tanto en las mañanas como en la noche. Y ella también oraba durante la Reunión de oración de Daniel. Ella se arrepintió por haber tenido una fe tibia. Por la gracia de Dios, yo me sentía mejor. Después de recibir la oración del Pastor Principal el 19 de febrero de 2015, mi condición mejoró rápidamente. Pude digerir bien. Pude comer y no tuve diarrea.

En marzo acudí al Hospital Universitario Nacional de Seúl para hacerme una biopsia, una endoscopia, y exámenes de sangre y orina. Todos los exámenes mostraron que todo había vuelto a la normalidad. ¡Aleluya!


«Gracias a la oración con el pañuelo salió mi cálculo urinario»



Diácono Kyocheon Jin, (52 años) Zona 10 (Corea del Sur)

El 5 de marzo de 2015 sentí un fuerte dolor en la parte baja de mi abdomen. Incluso me causó vómito. Recibí la oración del Pastor Principal que está grabada en el Sistema de respuesta automática (822-830-5320), y el dolor se desvaneció. A la mañana siguiente, el fuerte dolor regresó. A las seis de la tarde terminé siendo llevada en ambulancia a la sala de emergencias del hospital.

Mientras esperaba el examen, recibí la oración con el pañuelo por parte del pastor de mi zona, el Pastor Dalcheon Lee (ref.: Hechos 19:11-12) vía telefónica, con la ayuda de mi esposa, la Diaconisa mayor Mihae Ryu. Entonces el fuerte dolor volvió a desaparecer. La tomografía computarizada reveló un cálculo de 4 mm asentado al fondo de mis vías urinarias. Después de ver los resultados, yo regresé a casa y bebí el Agua Dulce de Muan. Después de un momento fui al baño y encontré el cálculo en mi orina. ¡Había salido! ¡Aleluya!




Cálculo urinario de 4mm.


«Recuperé mi buena visión y obtuve una visión espiritual»



Hermana Diana Moreno, (18 años) Iglesia Manmin de Colombia

Por cinco años (desde 2010) yo padecí de miopía y no podía ver las cosas a la distancia. Lo que los maestros escribían al frente se veía borroso. En enero de 2013 comencé a asistir a la iglesia Manmin de Colombia junto a mis padres.

Disfrutábamos de los servicios dominicales de la Iglesia Central Manmin a través de la transmisión de GCN. Yo recibí mucha gracia por medio de los mensajes del Pastor Principal Dr. Jaerock Lee. Él no solo se enfocaba en que tenemos que recibir bendiciones, sino que presentaba la clave para obtenerlas, la cual es la santificación del corazón. Yo me conmoví y me emocioné. Pero mis ojos seguían sintiendo punzadas cuando veía la pantalla del televisor, así que me era difícil atender a los sermones.

En abril de 2014 la Rev. Heesun Lee visitó la Iglesia Manmin de Colombia para su segundo aniversario. Ella viajó desde Corea del Sur y condujo la Reunión de Sanidad con el Pañuelo. Cuando oró por mí con el pañuelo sobre el cual había orado el Pastor Principal (Hechos 19:11-12), todo mi cuerpo sintió calor y mis ojos parecían brillar. Cuando los abrí, las cosas a la distancia se veían muy claras. ¡Me impresionó mucho!

Recibí una visión mejor así que puedo ver claramente. Pero además Dios abrió mis ojos espirituales por medio de los libros del Pastor Principal, Cielo e Infierno, para que yo pudiera ver el mundo espiritual. Doy gracias a Dios. Ahora glorifico a Dios como miembro del Equipo de artes y tengo gran esperanza por el Cielo. ¡Aleluya!


«Mientras miraba el DVD Poder, experimenté la obras de sanidad de Dios»



Satya Prakash Sharma, (50 años) Iglesia Manmin de Delhi (India)

Desde diciembre de 2014 yo no podía caminar bien debido a un fuerte dolor causado por la artritis. Mi esposa, Kamlesh también dependía de una silla de ruedas porque estaba paralizada desde la cintura para abajo por un tumor en la columna vertebral.

En febrero de 2015, mi segunda hija, Neha Sharma, trajo a casa algunos libros y un DVD que había conseguido en le Feria Mundial del Libro Delhi 2015. Los libros eran escritos por el Dr. Jaerock Lee: El Mensaje de la Cruz, La Medida de Fe, Siete Iglesias, y Velad y Orad. El DVD se titulaba Poder.

Nosotros habíamos asistido a otras iglesias y teníamos un interés genuino por la Palabra de Dios y sus obras de sanidad. Así que comenzamos a leer los libros y recibimos mucha gracia. También vimos los testimonios del DVD; nos quedamos asombrados por las obras de Dios y nos llenamos con el Espíritu Santo. Yo me llené de gozo y sentí que mi cuerpo temblaba. De repente el dolor de mis rodillas desapareció. ¡Aleluya!

En esos días yo tenía una cita con el médico en el hospital, pero como ya estaba sano por completo, no había necesidad de ir. El 8 de marzo todos los miembros de mi familia fuimos a la Iglesia Manmin de Delhi y nos registramos. Luego de eso, mientras mi esposa miraba el DVD Poder, ella sintió una sensación en sus piernas paralizadas. ¡Fue un milagro! Los miembros de mi familia ahora tienen la esperanza de que ella será sanada de su problema. Doy todas las gracias al Dios vivo.


«Fui sanado de rinitis, una enfermedad que me había atormentado por veinte años»



Diácono Cheoljin Kim, (56 años) Iglesia Manmin de Gwangju (Corea del Sur)

En septiembre de 2007 uno de mis conocidos me invitó a los servicios dominicales de la Iglesia Manmin de Gwangju. En esos días yo sufría de mareos y rinitis. En particular, la rinitis me había causado problemas por veinte años. Yo bebía mucho alcohol y también fumaba.

El primer día que asistí a la iglesia, el Pastor Principal de la Iglesia Central Manmin, el Dr. Jaerock Lee, predicó un mensaje titulado Cielo. Los miembros se unían a los servicios de la iglesia central a través de GCN. Esta era la primera vez que yo escuchaba hablar acerca del cielo. Me sentí como que estaba en un mundo nuevo y el gozo llenó mi corazón. También derramé muchas lágrimas al leer el libro de memorias testimoniales del Dr. Lee, Gozando de la Vida frente a la Muerte.

Una semana después, pude dejar de beber alcohol y fumar. Tres semanas más tarde, gracias a la oración del Dr. Lee fui sanado de rinitis, también de cinco años de mareos y tres años de hipertensión. ¡Aleluya!

Ahora me he convertido en un obrero del Señor. Trabajo como líder de grupo, líder de célula y brindo apoyo financiero a estudiantes. También sirvo como conductor voluntario de un vehículo de la iglesia. Doy gracias al Señor quien me ha permitido vivir una vida bendecida y servir en mi iglesia.