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| Noticias Manmin No. 165 |
| HIT |
9651 |
| DATE |
2014-05-25 |
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“Dios sanó la dermatitis atópica de mi hija y mi trauma”
Diaconisa Hyunok Lee y su hija recibieron sanidad (34 años de edad, Zona 1-6 en Corea del Sur)
El 29 de enero de 2014, mi tercera hija, Minhee Park de tres años de edad, tuvo dermatitis atópica en su brazo derecho. Durante el feriado del Año Nuevo Lunar tuvo llagas que le supuraban, empeoraron. Recibí la oración del Dr. Jaerock Lee grabada en el Sistema Telefónico de Respuesta Automática (822-830-5320), pero ella seguía sufriendo.
Recordé el pasaje de Isaías 59:1-2 que dice: “He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar, ni se ha agravado su oído para oír; pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír”. Comencé a buscar mi muro de pecados en contra de Dios.
El domingo 2 de febrero me dirigí donde la pastora Mikyung Lee, mi grandiosa pastora de Zona principal, para recibir la oración con el pañuelo (Hechos 19:11-12). Ella me aconsejó que me hiciera una autoevaluación y ver si tenía algo de qué arrepentirme ante Dios entre mis malas acciones del pasado. Entonces, vino a mi mente el aborto que me realicé y me di cuenta de que yo no me había arrepentido completamente de ello.
En la tarde de ese mismo día, se me dio la oportunidad de ver al Dr. Lee muy de cerca. Las lágrimas salieron de mis ojos continuamente debido a su amor que me sobrecogió. Él predicó fervientemente la Palabra para los miembros de la iglesia que no pueden vivir por la Palabra de Dios y para que puedan alcanzar el buen corazón del Señor y oró por ellos. Sentí mucho pesar porque yo no había cambiado.
Al amanecer del día siguiente, sucedió un obra increíble. Mi hija que estaba dormida estaba dando vueltas, así que pensé que lo hacía debido a la dermatitis y entonces examiné su brazo. Entonces vi que la supuración se detuvo y que las costras estaban a punto de cubrir dichas partes. ¡Me impresionó mucho! Me desperté a las cinco de la mañana para orar. Me arrepentí en una oración en la cual rendí mi corazón pensando en el amor sacrificial del Pastor Principal.
Posteriormente, asistí a las reuniones del Centro de Oración Manmin, en una de las filiales de la Iglesia Central Manmin, para que así mi hija fuera curada. Pude descubrir mis errores al escuchar los mensajes de la Sra. Boknim Lee, y arrepentirme por completo de todos ellos. Y luego recibí la oración del Dr. Lee por los enfermos por medio de la pantalla e impuse mis manos sobre una fotografía de mi hija.
Luego de recibir la oración de poder que trasciende el tiempo y el espacio, el 5 de febrero las costras cubrieron sus partes afectadas, y estas empezaron a caerse al día siguiente. El día 9 de febrero comenzó a salir nueva piel y estaba completamente limpia. ¡Aleluya!
Además, pude recuperarme del gran trauma en lo profundo de mi corazón y despojé de mi vida los pensamientos falsos. Después del Servició de Año Nuevo, oré para poder descubrir rápidamente mis pecados y maldad y despojarme de ellos. Sin embargo, luego de ver a mis niños pelear y gritar, lloré y culpé a Dios.
Incluso clamé a Él: “¡Dios, no me gusta mi circunstancia!” Me quebranté y comencé a llorar. Incluso sentía el deseo de morir el siguiente día. Fue en ese mismo instante que yo mismo me sorprendí. Sentí que estaba siendo sofocada. Entonces, hablé con un conocido. En ese momento vino a mi mente un incidente. Era yo quien había sido criada por un padre alcohólico y era yo quien se había dicho a sí misma: “¿Por qué naciste? ¡Ahora muérete!”
Había pensado que mi mayor problema era mi mal temperamento. No obstante, la raíz de mi mal temperamento era mi carácter oscuro que había tenido en mi niñez. Me sentí muy apenada delante de Dios. No fue hasta ese momento que pude darme cuenta del amor de Dios por mí al igual que yo amo a mis hijos.
Ahora me había recuperado del trauma que tenía tan profundo en mí, y fui sanada. Por lo tanto, mi mal temperamento y odio desaparecieron con gran facilidad y llegué a entender otras cosas. Agradezco y glorifico a Dios quien sanó a mi hija de dermatitis y respondió a los deseos de mi corazón.
Después de su arrepentimiento, su hija se mejoró y la supuración se detuvo (izquierda, el 3 de febrero). Después de arrepentirse del aborto, las costras que cubrían a su hija se cayeron (centro, 6 de febrero). Ella fue completamente sanada en doce días (derecha, en la actualidad).
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